La historia de América Latina está entrelazada con la de Italia. Millones de italianos, con su bagaje de esperanzas, coraje e ingenio, emprendieron desde la primera mitad del siglo XIX el camino del mar para ofrecer a sus familias una nueva vida al otro lado del océano. Hoy, casi 200 años después del inicio de aquella epopeya heroica, es difícil concebir América Latina sin Italia.
Desde los primeros momentos de la presencia europea en el Nuevo Mundo, los italianos han contribuido, con sus empresas, su cultura y sus valores, al sólido progreso del continente latinoamericano, siempre compartido con las comunidades en las que se integraron. Sobre la base de este extraordinario legado, hoy, gracias también a una de las redes diplomático-consulares más amplias, Italia continúa promoviendo asociaciones de crecimiento común, estableciendo, también en América Latina, nuevos lazos de colaboración con una región hacia la cual el gobierno mira con creciente atención.